Es decir, en muchas ocasiones se compara el costo de un nuevo servidor contra la renta mensual que un Servicio en la Nube puede tener. Por eso es importante que a la hora de hacer nuestro cálculo de retorno de inversión, tomemos en consideración la mayor cantidad de aspectos que se impactan sobre esta decisión.

Se debe considerar un periodo de 5 años de inversión, ya que en un inicio se debe realizar una inversión considerable para adquirir el equipo y una constante inversión en actualizaciones.
- Costo por adquisición de Software.
Al tener un hardware nuevo, también tenemos que adquirir software para su uso: licencias de sistemas operativos, virtualizaciones, suites de administración, monitoreo, respaldo, etc.
- Costo por tiempos de implementación.
Ya que tenemos el software y el hardware listos, hay que invertir en su instalación y puesta en marcha. En ocasiones, el hecho de habilitar un centro de datos desde cero puede ser tema de meses. Adicional, hay que considerar el esfuerzo y el efecto financiero que puede tener dicha implementación en nuestro negocio.
- Costo por obsolescencia.
No sólo hay que considerar el valor de las cosas sino, más importante, el efecto negativo en desempeño que se va teniendo. Recordemos que una configuración state-of-the-art ya es “normal” en menos de 12 meses, lo cual empieza a mermar el desempeño de la solución de software al crecer en historia y uso.
- Costo por interrupción en el servicio.
La mayoría de los proveedores de Servicios en la Nube publican su disponibilidad y ofrecen niveles de servicio que responden ante misiones cítricas. Este es un valor importante a considerar ya que a nuestra empresa podría costarle mucho estar una hora sin sistema.
- Costo por saturación de sobredemanda.
En ocasiones, nuestros sistemas operan bien pero un pico de ventas puede disparar su uso y, con ello, el aplicativo puede colapsar en el momento que más lo necesitamos. Por eso, contar con facilidades que nos permiten crecer la capacidad en el momento que necesitamos resulta tener un valor muy alto.
- Valor de la redundancia.
Siempre tenemos que asignarle un valor al hecho de poder contar nuestra información, sin importar en donde estemos
- Recurso humano.
Dentro de toda la operación, debemos considerar el costo de los recursos humanos especializados. Sin consideramos turnos de 24 horas para especialistas en seguridad, infraestructura, base de datos u otros, un Servicio en la Nube resultaría muy ahorrativo.
- Capacitación continua.
Mantener actualizado al personal para que conserven nuestra infraestructura y seguridad al día, representa también un gasto que debemos considerar.
El hecho de no considerar o identificar estos elementos no desaparece el gasto. Por eso, es que a la hora de considerar todos estos aspectos podemos llegar a la conclusión de que la Nube es muy accesible y cuenta con un retorno de inversión de muy corto plazo (en el modelo de Nube privada), si no que es inmediato (en el modelo de Nube pública).
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